Capítulo 5

¡Qué maravillosas eran sus voces en directo! Todo el mundo cantaba, o mejor dicho, gritaba sus canciones. Me encantaba estar rodeada de gente tan loca por ellos como yo. Me estaba quedando sorda y ronca, y por fin sonó What Makes You Beautiful, era la última canción. Tan solo me quedaba unos minutos para poder verlos cara a cara.
De repente comienzo a ver chicas llorando, y me doy cuenta que el concierto ha terminado. Salgo por una puerta lateral y sigo todo recto un pasillo, y llegó a una cola de 20 personas, la que me llevaba a un meet&greet. Entregó mi acreditación a un guardaespaldas y me deja pasar a una sala. Allí, un círculo de personas, rodeaba a los chicos. De la aglomeración pude ver como Liam escapó ileso gateando, se tiro, rendido, en un sofá oscuro y fue en ese instante cuando sentí que ese era el  momento adecuado para hablar con él. Me senté a su lado, no sabía que decir para romper el hielo entonces:
-Hola...-saludó al fin él.
Las palabras no salían de mi boca, me quedé mirándolo sin poder articular palabra, entonces, él sonrió, se acercó a mi y me dio un gran abrazo. Yo sentí como mi cara iba cogiendo color hasta ponerse totalmente colorada, deseaba que el tiempo se parara y quedarnos así toda la vida.


De repente me desperté pegando un gran bote, todo había sido un sueño, recordé lo del día anterior y no pude contener las lágrimas, otra vez habían vuelto.
Son las 10, a las 12 tengo que abandonar el hotel así que me levanto y me visto:

Voy al baño, me lavo la cara y tapo mis ojeras con un poco de maquillaje. Bajo al restaurante a desayunar, aunque no tenía mucha hambre me decido por unos cereales. Cuando termino mi desayuno, hago las maletas y salgo del hotel. En la puerta me espera un taxi, rumbo al aeropuerto, para por fin abandonar esta ciudad.
Amo Londres, me encantó, me encanta y me encantará. Es la ciudad en la que sueño vivir. Pero, ahora mismo no quiero estar más aquí, todo me recuerda a lo mal que lo he pasado por no poder haber entrado en el concierto.
Tras unos 30 minutos llego al lugar que me llevará de vuelta a España y desde donde me despediré de mi querida ciudad.
Baje del taxi y me dirigí a embarcar mi equipaje cuando alguien me toca el hombro. Me di la vuelta y vi a una chica morena de ojos claros:
-¡Sophie!-grité sorprendida.
-¡Caitlyn!¿Qué haces aquí?¿Ya vuelves a España?-me preguntó.
-Sí, prefiero alejarme de esto y olvidar lo que ha pasado...
-Ah...ya....
-Bueno, ¿y tú? ¿Qué haces aquí?
-Voy a coger un avión a Atenas y luego, cojo un crucero por las islas griegas.
-¡Qué suerte! Jaja.
-Bueno, antes de irme que ya mismo cojo el avión, vamos a darnos nuestros números de teléfono para seguir en contacto.
-Claro- le dí mi número de teléfono y ella el suyo.
-Me tengo que ir, ha sido un placer conocerte Caitlyn.
-Igualmente.
Nos dimos un abrazo y nos pusimos a llorar, pues en menos de un día nos habíamos hecho amigas. Parecía que eramos amigas de toda la vida.
Ella se empezó a alejar, miró hacia atrás y me dijo adiós con la mano. 
Embarqué las maletas, y después de haber dado unos 100 vueltas por el aeropuerto viendo las tiendas, hicieron una llamada para comenzar a entrar en el avión.
Entregué mi billete de avión y anduve hasta entrar en el avión. Cuando despegó y vi Londres me di cuenta que una parte de mi sueño si se había cumplido, viajar a esta ciudad tan maravillosa. No era una ciudad como Paris, que tenía monumentos muy antiguos, pero si moderna como Nueva York. Esta ciudad que yo tanto amaba, tenía algo que no tenían las demás.

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Pues eso, besos xxx